El juzgado de Instrucción número 4 de Cuenca ha archivado la causa abierta a raíz de la querella presentada por el concejal socialista Ramón Pérez Tornero contra el alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido, por un presunto delito de prevariación administrativa.
El alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido, respaldado por todos sus tenientes de alcalde – María Ángeles García, Miguel Ángel Monserrat, Javier Ruiz y Alejandra Barambio- ha dado a conocer hoy en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Cuenca el contenido del auto que fue dictado el pasado 22 de abril de 2010.
El alcalde ha recordado que el asunto por el que el señor Pérez Tornero, en representación del Grupo Municipal Socialista, interpuso una querella contra él fue debido a la ampliación del plazo de amortización del préstamo de cinco millones de euros sucrito con Caja Madrid con el que se van a construir las sedes de los sindicatos y los empresarios.
En el auto dictado el pasado 22 de abril y que el alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido, ha dado a conocer hoy, el juez indica textualmente que “ha resultado probado de las diligencias practicadas que el día de la fecha de la firma del nuevo convenio por parte del Ayuntamiento con Caja Madrid, el 4 de marzo de 2009, no había informe alguno de la Intervención Municipal y que dicha operación era favorable a los intereses municipales”.
Añade el juez en su auto que cuando el alcalde tuvo conocimiento del reparo –a pesar de que el nuevo acuerdo ya estaba firmado- hizo gestiones sobre la posible ilegalidad en la que se podría haber incurrido y que, cuando le manifestaron que cabrían otras interpretaciones, fue cuando dictó el decreto.
Concluye el auto que no se trata de una resolución injusta por cuanto el citado acuerdo es favorable a los intereses municipales y no ha resultado debidamente acreditada la existencia de dolo en la actuación del querellado, es decir, del alcalde de Cuenca.
Tras dar a conocer el contenido del auto el alcalde de Cuenca ha mostrado su satisfacción por el mismo y ha insistido en que desde el primer momento ha afrontado este asunto con la conciencia muy tranquila porque sabía que su actuación había sido correcta, “tal y como ha reconocido la justicia”.