El Ayuntamiento de Cuenca ha alzado su voz esta mañana contra la violencia de género en un sencillo y emotivo acto en el que el alcalde de la capital conquense, Francisco Javier Pulido, ha leído un comunicado consensuado por las tres fuerzas políticas con representación en el Consistorio.
Tras la lectura del manifiesto, el centenar de personas que se han concentrado bajo los arcos del ayuntamiento han soltado globos en recuerdo de las mujeres víctimas por la violencia de género.
MANIFIESTO DEL AYUNTAMIENTO DE CUENCA CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DEL
DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
25 DE NOVIEMBRE DE 2009
Ante la conmemoración de un nuevo 25 de noviembre, Día Internacional Contra la Violencia de Género, el Ayuntamiento de Cuenca quiere mostrar su posicionamiento de repulsa y denuncia ante la persistencia de una de las manifestaciones más graves de la discriminación por razón de sexo: la violencia contra las mujeres.
Hay que tener presente que la violencia de género no sólo constituye un atentado contra el derecho a la vida, a la seguridad, a la libertad, a la dignidad y a la integridad física y psíquica de la mujer, sino también una grave violación de los Derechos Humanos.
El compromiso del Ayuntamiento de Cuenca con la ciudadanía, los distintos equipos profesionales del mismo y, en especial, los que trabajan con las víctimas de esta violencia, sigue vigente y más fuerte que nunca.
Pero el éxito de este compromiso exige, además, un apoyo y voluntad social completos y sin fisuras: Las políticas han de emanar de la sociedad, impregnar a quienes van dirigidas y ahondar y enraizar en su memoria colectiva.
Cada persona, cada Institución, tiene un compromiso en la lucha contra la violencia hacia las mujeres. Porque la violencia es cosa de todas y cada una de las personas que conformamos esta sociedad. Tan sólo asumiendo una responsabilidad compartida podremos hacer desaparecer la mayor lacra que sufre nuestra sociedad: la violencia de género. Tan sólo asumiendo una responsabilidad individual podremos forzar su desaparición y, por consiguiente, contribuir al progreso social.
Debemos mostrar rechazo a todos aquellos que ejercen la violencia hacia las mujeres, promover el cambio social mediante una posición de tolerancia cero frente al machismo y no ser cómplices con el silencio. Hay que acusar las injusticias para que el silencio no las absuelva.
Es necesario educar y formar en valores de igualdad, respeto y comunicación, pues las chicas y chicos de hoy serán las mujeres y hombres de mañana.
“Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo”. Elie Wiesel. Premio Nóbel de la Paz 1986.
Sólo cerrando las puertas del maltrato se abre el camino hacia el porvenir.
CUENCA 25 NOVIEMBRE DE 2009