La Iglesia de San Andrés acoge ya la obra de teatro expansivo ‘No me hizo Joan Brossa’, del dúo de artistas sonoros ‘cabosanroque’, una propuesta que es “una sinfonía mecánica, una instalación plástica y sonora sin narrativa ni argumento, en la que una multitud de objetos se confabula con la tecnología para crear paisajes cambiantes, metáforas de los paisajes de la guerra que van de la calma al estruendo, de la penumbra al rayo”.
Así describen Laia Torrents, licenciada en Ingeniería Superior Industrial, y Roger Aixut, licenciado en Arquitectura, esta “obra de teatro de objetos de gran formato”, en la que no hay actores ni manipuladores, y en la que esos “paisajes cambiantes” están conformados por vasos de plástico, cucharillas, máquinas de escribir, cintas métricas, peines y otros objetos cotidianos, los cuales están preparados para ofrecer distintos sonidos y movimientos perfectamente sincronizados.
La obra se enmarca dentro de las actividades del Ayuntamiento de Cuenca con motivo del 25 Aniversario de Cuenca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad y cada pase tiene una duración en torno a la media hora, estando distribuidos hasta el 30 de diciembre. Así, tras la inauguración de hoy con pases a las 18,00 y 19,00 horas, los días 22 y 23 serán a las 11,00, 12,00, 13,00, 17,00, 18,00 y 19,00 horas; el día 24 a las 11,00, 12,00 y 13,00 horas; el día 25 permanecerá cerrado; el día 26 a las 11,00, 12,00 y 13,00 horas; y los días 27, 28, 29 y 30 a las 11,00, 12,00, 13,00, 17,00, 18,00 y 19,00 horas.
El alcalde, Darío Dolz, ha calificado como “sorprendente la obra de ingeniería que está debajo de toda la instalación”, una pieza que “es un espectáculo de luz, sonido y mecánica, y que va a sorprender a todos los espectadores que se acerquen”. Más en una ciudad como Cuenca, “que éramos vanguardia y queremos seguir siendo vanguardia del arte contemporáneo”.
Laia Torrents ha explicado durante la inauguración que “la única guía que damos está en un texto del inicio, de Joan Brossa, hablando de su experiencia en el frente”. Éste comienza “con una visión que podríamos considerar naif y un tanto infantil de la guerra”, pues la compara con una verbena, “pero después cuenta algo mucho más oscuro” relacionando un suceso traumático con una experiencia mística. “Es algo que está presente en toda su obra, esa visión infantil del mundo pero al mismo tiempo muy seria y oscura, y jugamos un poco a eso, mostrando paisajes sonoros y paisajes de guerra que juegan con esta doble visión”, ha añadido.
Por su parte, Roger Aixut ha explicado que “hay muchos trozos de esta pieza que están basados en textos de interpretación muy abierta, textos surrealistas de la primera época de Joan Brossa, lo cual lleva a interpretaciones diferentes para cada espectador”.
Esta obra, explican, se ha visto “en muchas ciudades y en muchos espacios distintos, por ejemplo venimos directos de un teatro y hemos estado sobre todo en museos, como en el Centro de Arte Contemporáneo de Glasgow o en los Teatros del Canal de Madrid, y lleva ya más de 2.000 funciones”.
El programa de actividades con motivo del 25 aniversario ha sido elaborado por el Ayuntamiento de Cuenca a través de la Concejalía de Turismo con el patrocinio del Plan de Sostenibilidad Turística y del Consorcio de la Ciudad de Cuenca, conformado por el Gobierno de España, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial de Cuenca y el propio Consistorio conquense.