Hoy se ha procedido a la firma por parte de Juan Ávila, alcalde de Cuenca, y Manuel de la Osa, nuevo adjudicatario, del contrato de arrendamiento del Mesón Casas Colgadas. Una vez rubricado el documento, el primer edil se ha mostrado convencido de que “la unión entre Manolo de la Osa y las Casas Colgadas durante los próximos diez años va a hacer mucho bien a Cuenca como destino turístico en la vertiente gastronómica”.
Ha recordado Ávila las condiciones de la adjudicación, que pasan por un plazo de adjudicación de diez años, mientras que el canon es de algo más de 380.000 euros, de los cuales “290.000 euros corresponden a unas obras que el adjudicatario se compromete a realizar, que están descritas en un anexo del pliego de condiciones y que tienen que estar antes de que se cumpla la mitad del contrato”.
Por su parte, De la Osa ha asegurado que el objetivo con la puesta en marcha del Mesón Casas Colgadas es “hacer feliz a la gente”, porque es “lo que mejor sabemos hacer”. Además, “queremos contribuir a desarrollar una ciudad importante, que tenga ese contenido gastronómico que tienen tantas ciudades y que es un reclamo muy importante, porque turismo y gastronomía van juntos”.
El flamante cocinero confía en poder rehabilitar el espacio “lo antes posible”, de manera que “pronto podamos empezar a hacer muchas cosas, sobre todo a practicar una cocina muy personal y muy particular” y, con ello, que “la gente que llegue a Cuenca vea que aquí hay una gran despensa y enormes posibilidades de poder practicar una gastronomía a la altura de cualquier otra región de España”.
Junto a Manuel de la Osa ha estado Alfonso Gómez, quien ha reiterado que “queremos hacer una gastronomía lo mejor posible con nuestros productos y empezar lo antes posible”.
Sobre la idea que tienen concebida para el Mesón Casas Colgadas, De la Osa ha explicado que “estamos pensando que haya abajo una parte cómoda, asequible, más desenfadada y en la línea de la demanda que hay en este momento en gastronomía, de comer sin gastarme demasiado, mientras que en la parte más alta estaría el restaurante como tal donde haremos la alta cocina que sea muy particular de Cuenca”.
Por su parte Juan Ávila no ha querido finalizar su intervención sin expresar su “agradecimiento enorme a la familia Torres, a Mercedes y desde luego a su padre Pedro, que desgraciadamente nos dejó, porque han sido un referente gastronómico de Cuenca”.