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El nuevo restaurante Casas Colgadas devolverá el esplendor al edificio más emblemático de Cuenca

01/02/2019
Con capacidad para 120 comensales
El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, acompañado de los tenientes de alcalde de Urbanismo, Julián Huete y de Cultura y Turismo, Marta Segarra, han visitado las obras de rehabilitación y acondicionamiento de las Casas Colgadas como restaurante.

Mariscal ha relatado las diferentes etapas por las que han pasado hasta el inicio de las obras: “Una vez que fuimos conscientes de que las Casas Colgadas necesitaban una profunda rehabilitación, tras más de 50 años y de que Cuenca no podía permitirse perder un espacio gastronómico de primer nivel, nos propusimos recuperar la cesión del edificio que se hizo en la pasada legislatura, para la que hemos tenido la máxima colaboración. Posteriormente buscamos financiación para la redacción del proyecto de obras y una vez que la tuvimos, recurrimos también al Consorcio de la Ciudad de Cuenca para que subvencionase las obras. Esta fase ha sido la más compleja y duradera”.

El proyecto fue redactado por la SRL Redondo Soria Arquitectos, contando con chefs y profesionales del equipamiento de restaurantes; es una intervención que respeta el patrimonio y la arquitectura vernácula, teniendo en cuenta para el diseño de los comedores, los espacios y artistas que forman el Museo de Arte Abstracto Español. También se contemplan los trabajos necesarios para la rehabilitación de la envolvente del conjunto arquitectónico: fachadas, carpinterías, balcones y cubiertas que presentan un gran número de patologías y alto grado de deterioro.

El nuevo restaurante tendrá más espacio para el público que el antiguo Mesón Casas Colgadas y tendrá una capacidad para 100-120 comensales, será más funcional, accesible y eficiente energéticamente. Los visitantes tendrán nuevas vistas a la plaza de Ronda y a los rascacielos del barrio de San Martín junto a unas mejores vistas de la Hoz del Huécar, puente e iglesia de San Pablo y el Parador. Los comensales tendrán la sensación de estar sobre la hoz, al estar los comedores más integrados con los balcones y que dispondrán de alguna mesa. El nuevo restaurante será un nuevo foco de atracción de visitantes.

Los trabajos de recuperación de las Casas Colgadas se suman a la veintena de proyectos y obras que ha llevado a cabo el Consorcio, presidido por el Ayuntamiento de Cuenca, en los últimos cuatro años por importe de 11 millones de euros, ha recordado el primer edil, quien ha apuntado que en unos meses, conforme estén las obras más avanzadas, se publicará el pliego de condiciones para adjudicar la explotación del nuevo Restaurante Casas Colgadas, en cuya redacción colaborará la Academia de Cultura Gastronómica de Castilla-La Mancha.

Cuando finalicen las obras, el nuevo restaurante Casas Colgadas devolverá el esplendor al edificio más emblemático de Cuenca que se convertirá en uno de los mejores espacios gastronómicos de España, algo que nunca debió dejar de ser.

Esta actuación tiene un plazo de ejecución de 6 meses y supone una inversión de 958.741 euros a los que hay que sumar el coste del proyecto. Los arquitectos Miguel Ángel y Javier Redondo han explicado que el proyecto tiene como principales características: el respeto al patrimonio; el concepto espacial interior, basado en el propio Museo de Arte Abstracto Español, vinculando ambos espacios; la recuperación, optimización y nuevos usos con mayor flexibilidad de espacios para dotar al programa de mayor superficie y mayor rendimiento empresarial con el fin de dar viabilidad a la intervención y el mantenimiento de la misma en el tiempo.

Todas las salas o espacios de atención al público serán autosuficientes, el comedor del Rey, comedor Sala Negra, comedor transparente junto a la Cocina y comedor Sala Blanca. Dispondrán de almacenaje, conexión con cocina, sala de espera, bodega, etc. El diseño de instalaciones está basado en criterios de eficiencia, ergonomía y bienestar.

El edificio tendrá un segundo acceso al público con accesibilidad en las dos entradas al comedor principal mediante un elevador y dentro de los condicionantes implícitos de este conjunto arquitectónico protegido y del entorno.

Las mejoras energéticas consistirán en trasdosados perimetrales que mejorarán el aislamiento, evitarán rozas para el paso de instalaciones, darán planeidad, facilitarán y acelerarán considerablemente los trabajos interiores; además, mediante cámara ventilada se evitarán humedades y tendrán un sistema de climatización eficiente que dota de mayor confortabilidad.

El proyecto recoge también mejoras en carpinterías; se eliminarán las instalaciones en artesonados de madera, empleando los trasdosados y suelos como elementos soporte donde disponer la iluminación y resto de instalaciones, dejando libre de estos elementos el artesonado de madera. Los cableados de instalaciones en exterior se ocultarán, en especial la iluminación decorativa, que se quedará insertada en las piezas de los vierteaguas y en el propio pavimento del balcón.

Los balcones se van a recuperar y poner en valor para utilizarlos como terrazas del futuro restaurante, existiendo la posibilidad de colocar puertas balconeras correderas y abatibles de madera, posibilitando dejar abierto todo el hueco de fachada cuando lo permita la climatología, haciendo que todos los comensales tengan una sensación próxima a comer en el propio balcón y parezca que está volcados sobre la hoz.

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