Dentro del proyecto ‘Días de Arte Conquense’, organizado por la Concejalía de Cultura, mañana martes 13 de febrero a las 20 horas, se inaugurará la exposición de Pedro José Pradillo en el Teatro Auditorio de Cuenca, coordinada por Carlos Codes.
La muestra, bajo el título ‘Ecce-Homo’, presentará collages –esculturas, cajas y relieves– inspirados en las ideas y en la poética del filósofo alemán, Friedrich Nietzsche
Pradillo, como Zaratustra, alter ego de Nietzsche, se ha instalado en un desierto imaginario rodeado de objetos encontrados para crear una colección de obras de pequeño formato, cajas-relicarios, y de grandes dimensiones, collages-relieves, en la que, como aquél, propone la negación del sentido transcendente de los grandes ideales de la sociedad de consumo, formulando metáforas iconográficas con un marcado carácter a-racional. Así, aun pareciendo composiciones de filiación surrealista, prevalece el sentido narrativo y el enunciado retórico desacralizado.
Estas cajas y relieves, resultado de la adición de objetos dentro y sobre contenedores elaborados por él, invitan una vez más a citar a Nietzsche: ‘El autor debe callarse [y nosotros] cuando su obra empieza a hablar’.
Pedro José Pradillo (Guadalajara, España, 1959) es un artista polifacético cuyas principales características son, al margen de sus períodos constructivistas, la fidelidad al arte contemporáneo, el profundo análisis sobre el significado del lenguaje plástico y sobre el papel de la cultura en la sociedad occidental. Su interés, como en cualquier otro artista conceptual, se centra en lograr imágenes y objetos para la fascinación a partir de la combinación de elementos encontrados que, más allá de la particular estética resultante, susciten inquietudes no deseadas en el espectador y provoquen en él motivos para la reflexión.
Estas creaciones presentan una visión transversal y caustica de su tiempo presente, crítica con el individualismo neoliberal imperante, que incrementa la visibilidad de ciertos problemas subyacentes que preocupan a muchos. Pero, además, para acrecentar los efectos de esta acción de denuncia emplea como recursos efectivos la ironía y el cinismo, a veces, presentados bajo la envoltura kitsch y lúdica.