El Alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal ha manifestado con motivo de la celebración del aniversario de la Constitución Española, la “necesidad de que hoy en día exista el mismo consenso social y político que se logró hace 38 años”. Según ha dicho el primer edil “debemos reconocer la plena vigencia de los valores de nuestra Constitución y sus valores colectivos de libertad, concordia, igualdad, pluralidad y solidaridad.
El alcalde ha indicado que la Constitución continúa siendo la hoja de ruta de la sociedad española y el manual que todo buen ciudadano y gobernante debe conocer y respetar. Hoy los conquenses no piden en la calle la reforma constitucional, piden pactos por la educación y el empleo, por citar algunas de sus preocupaciones.
En este sentido, ha destacado la lectura que realizó del preámbulo el día 1, en el acto que tuvo lugar en la Universidad, donde afirmó que en él se concentran los valores democráticos mínimos que deben guiar la conducta de todos los españoles. Promover el bien común, la convivencia, la solidaridad, la cultura, una digna calidad de vida, el respeto de la legalidad y de los derechos humanos. Estos principios deben servir de filtro en todas las decisiones de los representantes y servidores públicos.
PREÁMBULO
La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de:
Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.
Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.
Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.
Establecer una sociedad democrática avanzada, y
Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
En consecuencia, las Cortes aprueban y el pueblo español ratifica la siguiente CONSTITUCIÓN