Los bomberos del Ayuntamiento de Cuenca han retirado en la última semana tres enjambres de la vía pública para evitar posibles picaduras a los ciudadanos reubicándolos en nuevas colmenas para alejarlos de la capital conquense.
La temporada alta de los enjambres abarca desde el 15 de abril al 15 de mayo, bajando de intensidad paulatinamente. En esta época, explica uno de los expertos del Servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Cuenca, Ramón del Saz, las abejas crían y como no caben en el panal parten buscando una nueva casa. En el transcurso de esta búsqueda las abejas pueden viajar hasta cinco kilómetros del lugar de partida y “pueden instalarse en el hueco de una persiana, en una chimenea… Pero hasta que encuentran ese lugar paran donde pueden”.
Las abejas protegen a la reina y forman lo que se denomina un enjambre alrededor de ella. “Podrían picar si algún niño se acerca con un palo porque entenderían que están atacando a la reina, pero si no se les molesta no suelen picar”. Sin embargo y para evitar posibles riesgos, los bomberos del Ayuntamiento de Cuenca retiran estos enjambres y los ubican en otras colmenas “y dependiendo de cómo esté el enjambre se retira de un modo u otro”. Además y como siempre quedan algunas en la zona, se pulveriza el lugar con agua para borrar todo rastro de olor de la reina y las abejas rezagadas vuelven a la colmena de origen.
En la última semana se han retirado tres enjambres (el último en Princesa Zaida) aunque se han dado casos de enjambres que han ubicado su colmena en un colegio y se ha retirado después de dos o tres años. “En estos casos es algo más complicado porque las abejas ya consideran esa colmena su hogar y se defienden más”.