El Pleno del Ayuntamiento de Cuenca ha dado hoy el visto bueno al Plan de Sostenibilidad Turística de la ciudad, que supondrá una inversión de 1,8 millones de euros para la ciudad, de los que los Gobiernos central y autonómico aportarán 1,2 millones y el Consistorio conquense 608.000 euros.
Concretamente, se ha aprobado el convenio entre las tres administraciones, así como la propuesta de compromiso de inclusión en el presupuesto municipal de 2022 de los créditos necesarios para la ejecución de dicho plan.
Han sido los dos puntos que se han tratado en la sesión. La propuesta de cuantía municipal ha recibido los votos a favor únicamente del equipo de Gobierno, pues PP, Ciudadanos y Cuenca en Marcha no lo ha apoyado; mientras que el convenio ha salido adelante con los votos del equipo de Gobierno y de Ciudadanos, mientras que PP y Cuenca en Marcha se han abstenido.
El Plan de Sostenibilidad Turística de Cuenca cuenta con un presupuesto por encima de los 1,8 millones de euros aportados por las tres instituciones a partes iguales que “se moverán en la economía de la ciudad”, según ha resaltado el concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico, Miguel Ángel Valero. Por lo que respecta a la aportación municipal, el concejal de Hacienda, Juan Manuel Martínez Melero, ha indicado que el objetivo es distribuir la cantidad total entre los años 2021 y 2022, a razón de 304.000 euros cada una, con el objeto de “poder distribuir en dos anualidades una cantidad ciertamente importante”.
Se trata de un plan “moderno e innovador”, ha indicado Valero, que situará a la ciudad “a la vanguardia del turismo de interior” implementando mecanismos de inteligencia turística y mejorando la accesibilidad. En definitiva, es una estrategia “para mejorar, ampliar y hacer más competitiva nuestra oferta turística con acciones que conviertan a Cuenca una ciudad más amable y sostenible, repercutiendo positivamente en los conquenses”.
Entre sus propuestas incluye sistemas de inteligencia que mejoren el conocimiento de la demanda y la experiencia del turista; talleres experienciales para profesionales y turistas; adecuación de equipamientos, embellecimiento y rehabilitación de espacios; actuaciones de movilidad sostenible como puntos de recarga eléctricos o bicicletas eléctricas; adecuación de rutas de escalada, senderismo o BTT “aprovechando nuestro entorno natural”; fomentar la calidad agroalimentaria; u organización de eventos culturales “que permitan desestacionalizar el turismo”.