El sábado 15 de noviembre se conmemora el Día Mundial Sin Alcohol, una jornada que el Plan Municipal de Drogas del Ayuntamiento de Cuenca quiere dedicar a incidir en la prevención del consumo, especialmente entre los más jóvenes.
Con este objetivo, un Equipo de Mediadores se desplazará a los espacios donde la población más joven se reúne para “hacer botellón” a fin de informarles de los efectos del consumo de alcohol, los riesgos para la salud, etc. Para ello se apoyarán de material publicitario e instrumentos de simulación de consumo de alcohol.
Uno de los mensajes en los que se va a incidir es que, al formar el alcohol parte del nuestras costumbres y hábitos de vida (mucha gente bebe con moderación) a veces resulta difícil valorar cuándo representa un problema. Por ello, hay que ser consciente de que el alcoholismo no sólo lo determina la cantidad de alcohol que se bebe, sino los problemas generados por la bebida, aunque el consumo no sea excesivo.
Esta intervención se desarrollará el sábado de 11:30 a 03:30 horas en los alrededores de la Plaza España y cuenta con la financiación de la Fundación La Caixa, a través del Convenio que esta entidad tiene con el Ayuntamiento de Cuenca para contribuir al progreso de la sociedad, con especial incidencia en los colectivos más vulnerables.
El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y fatal, caracterizada por tolerancia y dependencia física y por cambios orgánicos patológicos. Existe predominio del sexo masculino de esta afección, aunque es cada vez mayor la adición entre el sexo femenino y los jóvenes en general. Además, se observa en más del 16 % de las personas mayores de 65 años.
Según la Encuesta Domiciliaria Sobre Alcohol y Otras Drogas, sigue siendo la sustancia psicoactiva más consumida, pese a que también registra un ligero descenso. El 76,6% de los encuestados ha consumido alcohol en los últimos doce meses (78,7% en la encuesta anterior) y el 62,3% lo ha hecho alguna vez en los últimos 30 días (frente al 63,3% de 2009/10). También se reduce ligeramente el consumo diario en los últimos 30 días, con una prevalencia del 10,2% (11% en el estudio anterior). Disminuyen asimismo las “borracheras” en ambos sexos y para todos los grupos de edad, aunque sigue manteniéndose en niveles muy elevados. Se dan sobre todo entre los jóvenes adultos de 15 a 34 años. En esta franja de edad, 2 de cada 5 hombres y 1 de cada 5 mujeres se han emborrachado alguna vez en el último año. En cambio, asciende ligeramente el consumo de alcohol en forma de atracón (“binge drinking”). El 15,2% de los encuestados ha consumido alcohol en forma de atracón en los últimos 30 días (14,9% en 2009). Esta forma de consumo de ‘riesgo’ se concentra en el grupo de adultos jóvenes de 20 a 29 años, de ambos sexos.
Los informes de la OMS señalan que cada año mueren en el mundo 3,3 millones de personas a consecuencia del consumo nocivo de alcohol. Mas allá de las consecuencias sanitarias, el consumo nocivo de alcohol provoca pérdidas sociales y económicas importantes, tanto para las personas como para la sociedad en su conjunto.