El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto a los alcaldes y alcaldesas de Albacete, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo, han firmado hoy en el Palacio de Fuensalida la ‘Alianza por los Servicios de los Ecosistemas de Castilla-La Mancha’, un acuerdo pionero que convierte a Castilla-La Mancha en la primera región a nivel nacional y europeo en reconocer de forma institucional los servicios ambientales que los ecosistemas forestales ofrecen en beneficio de la sociedad.
El objetivo de este acuerdo es elevar el compromiso financiero con la mejor gestión de los bosques y el reconocimiento al valor que ofrecen a la sociedad, pues almacenan CO2 y devuelven oxígeno, regulan el ciclo del agua, protegen los suelos de la erosión, albergan las dos terceras partes de la biodiversidad de la región y sirven de espacio de ocio y recreo.
Sin embargo, esos servicios pasan desapercibidos y no se contabilizan entre los beneficios que dan los bosques, más allá de la madera o de productos como el corcho, la resina, los frutos o la caza.
De esta forma, la contribución de las ciudades, en este caso Cuenca, se realiza a través del pago voluntario de un euro por habitante al ‘Fondo de externalidades de los montes de utilidad pública’, creado por la Ley de Medidas Económicas, Sociales y Tributarias frente a la Despoblación y para el Desarrollo del Medio Rural en Castilla-La Mancha, lo que permitirá movilizar conjuntamente los primeros 2,2 millones de euros que irán destinados a actuaciones de conservación, restauración y gestión sostenible de los montes de utilidad pública de la región.
Con ello se revierte al medio rural parte de los recursos generados desde las ciudades, como compensación por los beneficios que aportan los ecosistemas naturales. Así, las ciudades se conectan con el territorio y desde ellas se es más responsable con el medio rural.