Hoy, de forma repentina se ha producido el fallecimiento de Don Andrés Moya López, que fue Alcalde de nuestra ciudad, el primer alcalde de Cuenca en la etapa democrática durante sus dos primeros mandatos.
Su muerte se ha producido haciendo lo que a él más le apasionaba, tal como vivió y al servicio de Cuenca, a la que tanto ha amado, defendido y por la que trabajó hasta el final. Desde su responsabilidad política y profesional, la medicina, ha luchado por el progreso, el bienestar y contra los sufrimientos de los conquenses, y lo ha hecho desde la cercanía y con elegancia. Y prueba de ello, su buena relación con todos los gobiernos municipales, acudiendo a actos, foros y a las sesiones del Consejo Social, máximo órgano de participación ciudadana, en los que opinaba con sensatez y buen criterio.
Hoy ha querido estar con el Ayuntamiento en un acto de homenaje, reconocimiento y generosidad hacia otro hijo predilecto de la Ciudad. Y ha entregado una placa como alcalde. Y hablando de Cuenca, a escasos metros del que siempre ha sido su Ayuntamiento, feliz y sin darse cuenta, nos ha dejado.
Por ello es de honor y de justicia que el Ayuntamiento de Cuenca, y yo como su representante actual, con aquellos que como el alcalde D. Andrés Moya han presidido la institución, decrete tres días de luto en la ciudad, incluido hoy, que servirán para su recuerdo pero no bastan, en ningún modo, para agradecer su entrega por los conquenses. Durante el luto, la bandera de Cuenca de la balconada ondeará a media asta y las de interior con crespón negro en la moharra. Se suspenden todos los actos públicos oficiales organizados por el Ayuntamiento en los que presida o participe un edil durante los tres días del luto oficial. Convocándose a la Junta de Portavoces para emitir un comunicado oficial. Descansa en paz, maestro, amigo y compañero
Firmado, el alcalde de Cuenca, Ángel Luis Mariscal Estrada.
Quiero agradecer a los cinco agentes de policía local que desde el minuto cero, en el que fueron requeridos, han participado en las maniobras de reanimación junto a tres médicos y tres auxiliares de la UVI móvil. También a la patrulla de la policía local que con las luces de emergencia encendidas ha escoltado al coche fúnebre hasta el tanatorio Alameda. Muchas gracias a todos.