El alcalde de Cuenca, Juan Ávila, ha asegurado hoy que el Ayuntamiento de Cuenca “trabajará coordinadamente con las ONG de Cuenca y hará lo que esté en su mano para que Cuenca pase a formar parte de la red de Ciudad por el Comercio Justo”.
Ávila, que ha asistido esta mañana al desayuno que ha organizado esta Plataforma para dar a conocer los productos de comercio justo, ha afirmado que “si siempre ha habido motivos para cuestionarnos nuestro sistema económico y de consumo, ahora que se ha demostrado que ese sistema no sirve, hay más motivos que antes”.
De este modo, ha afirmado que “aunque el poder de los mercado y los poderes económicos es grande, debemos hacer lo que podamos para que nuestra sociedad se mueve en base a parámetros más sostenibles y solidarios”.
Una ciudad por el Comercio Justo es un modelo de localidad que acerca a los productos de comercio justo a la ciudadanía a través de las administraciones, comercios, empresas y el tejido asociativo. En el año 2001, la ciudad de Garstang (Inglaterra) fue declarada la primera Ciudad por el Comercio Justo del mundo.
Además, la Comisión Europea ha respaldado la iniciativa a través del programa “Ciudades Europeas por el Comercio Justo”, que fomenta la inserción de los criterios de Comercio Justo en el consumo y las compras de la administración, comercios, empresas y otras instituciones públicas y privadas.
Los requisitos para que una ciudad alcance el status de Ciudad por el Comercio Justo son, en primer lugar, aprobar una resolución favorable al Comercio Justo y al consumo de este tipo de productos por parte del Ayuntamiento, algo que en el caso de Cuenca ya se ha llevado a cabo, con lo cual faltarían por cumplir los cuatro compromisos restantes: ofrecer productos de comercio justo en cafés, restaurantes y tiendas de la ciudad; un compromiso del sector privado y organizaciones de introducir este tipo de productos en su consumo interno, comunicar y sensibilizar a la ciudadanía, crear un grupo de trabajo que coordine el programa.
Actualmente en la ciudad de Cuenca hay dos puntos de venta de productos de comercio justo: una tienda en la calle del agua y la sede de Cáritas Diocesana. Además, algunas grandes superficies también comercializan algunos de estos productos.
Recordar, finalmente, que el comercio justo es un sistema comercial solidario que persigue el desarrollo de los pueblos y la lucha contra la pobreza fomentando el consumo de productos para cuya producción no se explote a la población infantil, se garanticen unas condiciones laborales dignas de los trabajadores, la igualdad de hombres y mujeres y el respeto al medio ambiente.