El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal y el presidente de la Diputación Provincial, Benjamín Prieto se han desplazado esta semana hasta el Puente del Chantre con el fin de comprobar in situ el estado de ejecución de las obras de rehabilitación que está llevando a cabo la institución provincial desde finales del mes de agosto con una inversión de 120.000 euros.
Allí han podido constatar el avanzado estado de ejecución de los trabajos, que, según los técnicos, ya ronda el 90 por ciento, restando, por lo tanto, en torno a quince días para la finalización de la rehabilitación, una vez se lleven a cabo los correspondientes trabajos de limpieza y rejuntado de los muros y la pavimentación del tablero del puente.
No es de extrañar, en consecuencia, que Prieto mostrara su satisfacción por el desarrollo de las obras, que no ha dudado en calificar de “importantes”, puesto que, a su juicio, no solo se está acometiendo una rehabilitación del patrimonio histórico-artístico, sino que, además, se está facilitando al visitante el disfrute del rico patrimonio natural de esta zona próxima a la capital, lo que, sin duda, viene a reforzar a Cuenca como destino turístico.
Una obra, según ha recordado, incluida dentro del Plan de Rehabilitación, Conservación y Protección del Patrimonio de la Diputación, que contempla cuarenta actuaciones con una inversión superior a los 6 millones de euros, entre las que se encuentran, por cierto, la recuperación once puentes históricos más.
Tanto Prieto como Mariscal no han querido olvidar que con esta actuación de la Diputación se recupera este puente del siglo XVI, que se encontraba muy deteriorado y a punto de desaparecer, lo que hubiera sido imperdonable, máxime cuando se trata de un puente muy querido y emblemático para los conquenses.
Rehabilitación
Recordar que la intervención en el Puente del Chantre, que cuenta con una dirección arqueológica, ha conllevado en un primer momento la limpieza y despeje de la vegetación existente junto al estribo a reconstruir, ejecutando un acceso desde el camino de Zarzuela hasta el arranque de dicho estribo.
Además de recuperar las piezas desprendidas del puente para ser reutilizadas, la reconstrucción del estribo se ha acometido respetando sus características originales con el fin de que el puente no vea alterado su aspecto inicial. Así, el estribo se ha apoyado en la cimentación existente, previa limpieza de la misma, con un muro de mampostería y sillarejo de arenisca y conglomerado, careada, ejecutado con piezas de forma y tamaño similares a los de los muros existentes, presentando una cara preparada para formar parte del paramento visto. El relleno del trasdós del muro se está realizando con zahorra natural similar al existente, dotándolo de los correspondientes drenajes.
Y en cuanto al tablero del puente, aún pendiente de ejecutar, se realizará con materiales no impermeables, que permitan la rápida evaporación del agua que haya podido acumularse en los rellenos, y tendrá una pendiente longitudinal en forma de “lomo de asno”, a semejanza del típico perfil de los puentes romanos.
La pavimentación, por último, será de empedrado, elaborado con árido procedente del río y colocado a tizón, con aparejo irregular, y recibido sobre capa de mortero de cal natural hidráulica NHL.