El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha informado a la Junta de Portavoces del contenido de los informes recabados hasta el momento en relación con el derrumbe de la calle Canónigos, esto es, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), de la Dirección Facultativa de la obra y de la empresa ACRON que estaba ejecutando las obras en dicha vía cuando se produjo el hundimiento. Faltaría así, ha adelantado el primer edil, otro informe más encargado por el Consorcio a una entidad externa para seguir esclareciendo las causas del suceso.
Dolz ha explicado que el informe del IGME señala que lo que se rompió y posteriormente cayó fue “el muro de sillería que sujetaba el relleno antrópico sobre el que se asentaba el camino de acceso (calle Canónigos) al casco urbano de la ciudad de Cuenca”, continuando con que “la rotura sólo ha afectado a elementos antrópicos/constructivos utilizados en el muro, relleno del trasdós y en la calle de acceso, incluyendo tuberías y elementos de drenaje”.
El citado informe indica además que “no se han detectado signos de inestabilidad ni afecciones inducidas por la rotura del muro en el macizo rocoso sobre el que se asientan las Casas Colgadas y la Catedral”, para terminar sus conclusiones apuntando que “el estudio y análisis de causas de la rotura es un problema de patología constructiva. Este problema por tanto no se puede encuadrar como un riesgo geológico y sí como riesgo geotécnico en el que este organismo no tiene competencias”.
Recomienda el informe además que se analicen los daños en el muro y se busque “una solución segura en consonancia con los aspectos patrimoniales y turísticos de esta zona”, así como que se subsane y refuerce la parte del muro que aún sigue en pie; actuaciones que se están llevando a cabo dentro de los trabajos de estabilización y saneamiento.
En este sentido, Dolz ha informado de estas actuaciones que se están ejecutando actualmente tras la generación de una rampa para que pueda acceder la maquinaria de forma segura, como son separar los elementos aprovechables como los del sillar y almacenarlos fuera de la zona de obras, y retirar aquellos elementos que quedan y que aún pueden caer. Posteriormente, se harán algunas perforaciones con anclaje a la roca para que sea una zona totalmente segura para continuar los trabajos posteriores.
Así, el alcalde ha dicho que “por el momento continúan los trabajos de estabilización y, por seguridad, aún no se pueden compaginar con los de reconstrucción”, recordando que su contratación ha sido ya declarada también de emergencia por parte de la Junta de Gobierno Local.
Con respecto a los informes de la Dirección Facultativa y de la empresa ACRON, de los que ya se había adelantado alguna información, en ambos casos se refieren a que “el incidente se produce por un cúmulo de circunstancias adversas, sin que se hubieran manifestado evidencias claras e inequívocas del posible colapso”, así como que “lo ocurrido fue completamente inesperado”. No obstante, Dolz ha recordado que se está a la espera aún del informe de una entidad externa.
Finalmente, ha informado a este órgano de que se ha consensuado con los servicios municipales de limpieza que se paralicen los baldeos en las zonas de Obispo Valero y Ronda de Julián Romero “por su posible afección a la red de saneamiento, que a su vez afectaría al colector que ha quedado al descubierto con el derrumbe”.
En dicha Junta de Portavoces telemática han estado presentes los responsables de los Grupos PSOE, Saray Portillo; Cuenca nos Une, Dámaso Matarranz; José Ángel Gómez, PP; Cristina Elena Fuentes, Ciudadanos; y M. Ángeles García, Cuenca en Marcha.