El Ayuntamiento de Cuenca ha puesto en marcha un programa de intervención social de emergencia para personas sin hogar de la mano de la asociación In Situ con una financiación de 300.000 euros y que consta de dos partes: Centro de Día y de Urgencia Social, ubicado en un espacio cedido por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y equipo de calle para hacer un seguimiento periódico y un acompañamiento de las personas en esta situación.
Se trata de una de las medidas enmarcadas dentro de la Mesa de Reconstrucción para contribuir a paliar los efectos de la crisis social y económica que ha conllevado la emergencia sanitaria por la Covid-19, que ha movilizado 2,4 millones de euros de los cuales cerca de 900.000 euros han ido destinados a proyectos sociales para atender a las personas más vulnerables.
El alcalde, Darío Dolz, ha visitado recientemente el Centro de Día acompañado de la concejala de Servicios Sociales, Esther Barrios; la delegada provincial de Bienestar Social, Amelia López; y el gerente de In Situ, Ramón Mendoza. Allí han podido comprobar el funcionamiento de este recurso en el que las personas sin hogar pueden comer, asearse y descansar, además de recibir por parte de equipos profesionales una atención personalizada para informarles sobre los recursos a su alcance, cómo iniciar procesos de reinserción, etc.
El centro, que como se ha apuntado está ubicado en un espacio cedido por el Gobierno regional en lo que supone un ejemplo de colaboración entre instituciones, cuenta con 10 plazas y tiene un horario de atención de 9 a 22 horas.
Desde su puesta en marcha el 1 de febrero se ha atendido a 25 personas a través de este programa que, como ha apuntado la concejala de Servicios Sociales, “viene a complementar otros como el Albergue de Transeúntes que gestiona Cáritas de Cuenca, financiado por el Ayuntamiento de Cuenca y la Junta de Comunidades, manteniendo ambos recursos una necesaria coordinación”.
Por su parte, la otra pata del proyecto es el equipo de calle, compuesto por profesionales sociales que realizan un seguimiento periódico y un acompañamiento de las personas en situación de calle en la ciudad, además de encargarse de detectar casos de urgencia social debido a situaciones sobrevenidas como enfermedades u otras con el objeto de valorar y coordinar una respuesta.
El alcalde, Darío Dolz, ha recordado que durante el confinamiento por la Covid-19 ya se abrieron diversos recursos con el fin de acoger a personas sin hogar complementando al Albergue de Transeúntes, concretamente este mismo espacio, el Centro Joven y el centro Dos Ríos, también de la Junta de Comunidades. “Al ver en su momento la necesidad de contar con recursos extraordinarios para atender a este colectivo tan vulnerable, consideramos que era uno de los aspectos que se debían cubrir con las medidas de la Mesa de Reconstrucción”, ha apuntado.
El primer edil ha incidido en que “se trata de un programa que no solamente se centra en la atención a las necesidades básicas de estas personas, sino que se complementa con el asesoramiento de profesionales para conocer sus referencias vitales y crear un vínculo con ellos de cara a poder ayudarles en procesos de reinserción y mejora”.