La ciudad de Cuenca se ha sumado un año más a los actos de conmemoración del XX Aniversario del asesinato del concejal de Ermua, Miguel Ángel Blanco, a manos de la banda terrorista ETA. Con estos actos, la capital conquense se une a los que se están celebrando por toda España.
El homenaje ha estado presidido por el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, quien ha estado acompañado por el presidente de la Diputación, Benjamín Prieto; la subdelegada del Gobierno en Cuenca, Lidón Lozano; el delegado de la Junta en Cuenca, Ángel Tomás Godoy, además de por otras autoridades y representantes de la sociedad conquense.
El primer edil ha agradecido la participación de todos los asistentes en el acto de rechazo y condena de todo tipo de terrorismo y ha recordado que la muerte de Miguel Ángel no fue una muerte más, como tampoco lo fueron las otras.
El cronista oficial de Cuenca, Miguel Romero, ha leído el manifiesto ‘La Conciencia Despierta’ en el que además de recordar aquellos fatídicos momentos de julio de 1997, se ha subrayado el papel de la sociedad de entonces, quien se movilizó a favor de la vida y la libertad contra la que atentaba ETA. Con esta lectura, se ha hecho un llamamiento para “perseverar en el significado ético y político de las víctimas del terrorismo y hacer llegar su testimonio y su valor democrático a los más jóvenes, como un legado de todos los españoles de bien”.
Tras la lectura del manifiesto se ha guardado un minuto de silencio y se ha depositado un ramo de flores delante del monumento en memoria de todas las víctimas del terrorismo.